Pues bien. Hola de nuevo.
Hace mucho que no escribía. A veces cuando las cosas van demasiado bien hay más de qué preocuparse... otras veces la rutina te consume y te roba la inspiración.
La vida se había puesto seria, adulta, llena de trabajo y con los problemas de la diaria convivencia. Cuando ya estaba acostumbrándome a la idea de ser llamada "señora", un vuelco de timón se encargó de decirme que aún no era mi momento. Había mucho por recorrer, mucho por danzar, mucho por amar y sobre todo por vivir.
Manos a la obra!
Viviendo, amando, danzando... nos falta una sola cosa. A volar!
Acá iré dejando migas, para que nunca se me olvide de donde vine.
Nos vemos en algún teatro, o en algún aeropuerto. Quién sabe.
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