Luego de meses de pago de cuotas, de juntas para organizar que terminaban en tecitos para ponerse al día con la vida (y terminábamos organizando por whatsapp), meses de ansiedades y papeleos... al fin nos vamos en este viaje increíble.
Si me hubieran preguntado el año pasado en esta misma fecha "que harás para tus vacaciones?" probablemente la respuesta habría sido Pichilemu. Y es que tampoco me puedo quejar, pues Pichilemu 2013 estuvo lleno de trabajo veraniego, de mi primera incursión con las olas y el surf, de bailar hasta que cerrara el local, de bebida (hasta de la piscola que no me gusta!) de humos con aroma a felicidad y de los completos del Rey del bajón.
Me habría encantado repetirlo, pero cuando se planifica no es lo mismo. Así surgió este viaje. Con un "que tal si...?" y una perfecta sincronía se dio el momento y la compañía. Cerrando ciclos viejos y comenzando etapas nuevas, nos encontramos en la locura (y gracias al gentil auspicio de Visa y Master Card).
Que expectativas tenemos? Todas! De conocer, de crecer, de hacernos un rico y "the real" masaje Thai, de tomarnos un bucket mirando una playa paradisíaca, de acariciar elefantes y tigres, de pasear en tuk tuk o al menos posar para la foto, de observar el Rio Kwai escuchando la melodía de la película en la cabeza, de descubrir los mil y un Budas y de sorprenderse ante la inmensa y verdadera sonrisa de un pueblo que tal vez no tiene mucho dinero, pero tiene mucho espíritu. Todo eso y más. No hay expectativa suficiente cuando se viene una nueva experiencia.
Y tal vez lo mejor es no llevar ninguna, y en vez de pensar en el futuro simplemente tomar las maletas, disfrutar del paisaje y dejarse llevar, para sorprenderse y jamás desilusionarse. Como debería ser un poco más la vida.
Nos vemos en marzo!
viernes, 7 de febrero de 2014
jueves, 6 de febrero de 2014
Danzando se alegra el alma... viajando también!
Pues bien. Hola de nuevo.
Hace mucho que no escribía. A veces cuando las cosas van demasiado bien hay más de qué preocuparse... otras veces la rutina te consume y te roba la inspiración.
La vida se había puesto seria, adulta, llena de trabajo y con los problemas de la diaria convivencia. Cuando ya estaba acostumbrándome a la idea de ser llamada "señora", un vuelco de timón se encargó de decirme que aún no era mi momento. Había mucho por recorrer, mucho por danzar, mucho por amar y sobre todo por vivir.
Manos a la obra!
Viviendo, amando, danzando... nos falta una sola cosa. A volar!
Acá iré dejando migas, para que nunca se me olvide de donde vine.
Nos vemos en algún teatro, o en algún aeropuerto. Quién sabe.
Hace mucho que no escribía. A veces cuando las cosas van demasiado bien hay más de qué preocuparse... otras veces la rutina te consume y te roba la inspiración.
La vida se había puesto seria, adulta, llena de trabajo y con los problemas de la diaria convivencia. Cuando ya estaba acostumbrándome a la idea de ser llamada "señora", un vuelco de timón se encargó de decirme que aún no era mi momento. Había mucho por recorrer, mucho por danzar, mucho por amar y sobre todo por vivir.
Manos a la obra!
Viviendo, amando, danzando... nos falta una sola cosa. A volar!
Acá iré dejando migas, para que nunca se me olvide de donde vine.
Nos vemos en algún teatro, o en algún aeropuerto. Quién sabe.
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